Claro que el café es un veneno lento;
hace cuarenta años que lo bebo.
VOLTAIRE
El
café, además de ser la solución a la mayoría de estudiantes, médicos y
cualquier ser humano para alargar sus horas de vigilia, provee diversas
ventajas al cuerpo, mismas que se han convertido en motivo de constantes
observaciones. Es menester conocer cuáles, para asegurar un mejor consumo del
mismo; para ello, es preciso partir de aquellos prejuicios y mitos en torno a
tan famoso, codiciado y cotidiano granito.
El café, ¿una adicción? Sí y no. Según diversas investigaciones,
sus efectos no se asemejan en sía los de la cocaína y el LSD, pero una persona
puede tornarse adicta del mismo modo que lo es al trabajo o a la televisión, al
grado de entonces generar una dependencia física.
¿Produce insomnio? El café es un estimulante, retrasa el sueño;
sin embargo, en personas sensibles sí lo produce. La Dra. Marie-France
Vecchierini del Centro del Sueño y de la Vigilancia en París, explica que la
cafeína que se ingiere durante el día, se almacena en nuestro cuerpo,
provocando una estimulación en el sistema nervioso y altera a los receptores de
adenosina. La adenosina es considerada como “un factor de inducción de sueño.
Se acumula en el cerebro durante las horas de desvelo […], para luego liberarse
y disminuir los estados de excitación y provocar el sueño” (Fuente: medicinayfarmacologia.blogspot.mx).
¿El café elimina el dolor de cabeza? Sí, la cafeína porta un
efecto que permite disminuirlo y/o aliviarlo; aquellas personas que acostumbran
un consumo regular y súbitamente dejan de beber, sufren dolores de cabeza,
somnolencia o fatiga.
¿Aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas? No, ni
incrementa los niveles de colesterol o produce alteraciones del ritmo cardiaco.
¿Produce cáncer y diabetes? “El café ayuda a prevenir el cáncer
de colon”, explicó Thomas Hoffman, director del Instituto de Química de
Alimentos en la Universidad de Munster, en Alemania; sin embargo, las
investigaciones del Centro Médico de la Universidad de Duke en Carolina del
Norte, establecen que los diabéticos comunes podrían mejorar sus niveles de
glucosa en sangre si dejaran de consumirlo.
¿El café degenera el cuerpo? Mancha los dientes, al igual que el
alcohol y el tabaco, pero es un antioxidante para la piel.
¿Previene el Parkinson? Según varios estudios, la cafeína
contribuye a la incidencia de no padecerlo en un 80%.
La cafeína entra rápidamente en la sangre, siendo su permanencia
duradera. Según un artículo en internet cuyo autor es Alberto Elósegui, autor y
editor español, los “cafeinómanos” duran hasta siete días con el café en la
sangre; en las mujeres embarazadas la cafeína viaja a los órganos fetales y al
líquido amniótico. Ayuda a prevenir el consumo de drogas y alcohol, disminuye
la incidencia de suicidios, cirrosis y depresión, aumenta la energía física sin
causar dependencia, y propicia el rendimiento escolar en 10%.
Hoy, México ocupa el quinto lugar mundial como país exportador
de café, y el sexto como productor después de Brasil, Vietnam, Colombia,
Indonesia y Etiopía, con un volumen de producción que oscilaba en el 2008,
entre los 4 y 5 millones de sacos anuales. Pese a ello, su consumo es uno de
los más bajos (700 gramos por persona aprox.), tal vez por la falta de difusión
para incrementar el consumo, la carencia de cultura de café de los mexicanos y
los tabús que existen referentes a la salud. En El libro de los datos inútiles
de la revista Algarabía se publicó que, curiosamente, el país que
más consume café es Finlandia: 4.3 tazas al día por persona.
Finalmente, algunas recomendaciones no están de más:
· Si
es usted sensible a la cafeína, procure no consumirla a partir de las 4 de la tarde;
· La
cafeína ayuda a los deportistas únicamente por 10 o 15 minutos;
· Si
desea dejar de ingerir café –o cafeína–, hágalo de forma gradual para evitar
dolores de cabeza;
· En
niños sensibles, ocasiona nerviosismo, irritabilidad o ansiedad;
· Si
usted posee tensión alta, cardiopatía coronaria o úlcera péptica, entonces
consulte un médico.
El café fuerte me resucita, me causa
un escozor, una carcoma singular, un
dolor que no carece de placer. Más me
gusta, entonces, sufrir que no sufrir.
NAPOLEÓN BONAPARTE
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