viernes, 16 de agosto de 2013

Café Universitario [Parte II] | Qué evitar. Malos hábitos en el consumo del café.

Parte II: Qué evitar. 

Malos hábitos en el consumo del café.

Cuando tu vida gira en torno a la responsabilidad del ambiente académico, te ves sometido, antes de percatarte, a mucha presión. Por ello, tiendes a cometer descuidos contra tu bienestar, sea salud, sea ánimo, sea distribución de tiempo. El mejor consejo que te puedo dar es, básicamente, “sin excesos”. Recuerda que si no estás lúcido o bien descansado, tu capacidad de producción y de concentración serán mínimas: a la larga conviene más descansar, alimentarte y dedicarte al estudio, que el desvelarte, comer a medias y no dormir para producir algo que no muestre del todo tu potencial.
1. Pedir por pedir. Muchas veces estamos tan absortos en nuestros asuntos que nos viene dando lo mismo lo que consumimos. ¡Aguas! Elige aquello de lo que sientas necesidad, sea para mantenerte despierto o como mera distracción. Si no necesitas más cafeína, pide un té, un jugo/zumo o un agua de sabores. El azúcar te ayudará a mantenerte activo sin alterarte los nervios. Fíjate en lo que requieres y atente a ello.
Foto: Mosaico. Pinterest y Google.
2. Sucumbir al bajo presupuesto y pedir lo más barato. Si puedes, gasta unos centavitos más. Si no, y no puedes esperar, valor, gente, valor: “una vez al año…”.
3. Sacrificar el deleite al paladar por la practicidad. Esto es, si el café o restaurante más cercano vende un café famosamente malo (como el de los tres buhitos en la tierra del “Cielito Lindo”…), ¿para qué vas? Si te es posible ir a un lugar donde el café se prepare como se merece, ve. Unos pasos más, un paseo en bicicleta o en coche y ya está. Enjoy the coffee-ride! ;)
4. Tomar más de dos tazas de café malo. Ocurre. Cuando no es posible pagar algo decente, cuando no hay tiempo de ir y volver más allá de las fronteras, y necesitas mantenerte activo y despierto… Cuida la cantidad de café que consumes. El que el sabor no sea agradable no implica que la cantidad de cafeína disminuya; el que la cantidad de cafeína disminuya, no quiere decir que será mejor para tu salud.
5. RECALENTAR EL CAFÉ. Esto es malo, tan, tan malo y común que merece el énfasis de la fuente. Cuando pasas horas frente a la computadora o los libros y aún tienes café en tu taza pero está helado, parece una mejor idea el recalentarlo en el microondas o en un pocillo que preparar una nueva tanda. No lo hagas: tira el café viejo y prepárate un café fresco. Al recalentar el café le quitas todos sus motivos: propiedades y sabor. ¿Para qué?
6. Mezclar estimulantes. Tengo un amigo que en la preparatoria solía tomar café y coca-cola o café mezclado o seguido de una bebida energética... No lo hagas. Bajo ninguna circunstancia. Si no puedes con el cansancio, duerme. Lo que sabes, sabes, y lo que no, lo sabrás durante los 5 minutos pre-examen. Organiza tu tiempo para que no recurras a este tipo de medidas. Tu cerebro y tu cuerpo te lo agradecerán.

Espero te sirvan estos consejos, y si tuvieras más compártelos en los comentarios.

¡Que tu día te aproveche!

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