Vila do Conde, Portugal.
Verano de 2013.
Hace unos
meses mi existencia se cruzó con la de estas delicias francesas, los macarons, y la vida volvió a tener
sentido… Ya, pues. La variedad en sus tamaños, colores y sabores han hecho de
estas pequeñeces el dulce “en boga”, de manera que su divulgación permite que
prácticamente en cualquier sitio, se pueda preparar un macaron. En lo personal, no tengo una receta para ellos puesto que
no me he aventurado a tal hazaña, principalmente por la falta de material. Sin
embargo, he desarrollado la habilidad de distinguirlos en los estantes de
distintas cafeterías y confiterías, e incluso, ya tengo mi sabor preferido: capuccino.
Resulta que hace un par de semanas tuve la oportunidad de explorar
el centro histórico de Vila do Conde, Portugal, y en el paseo di con un
encantador café llamado “A Leitaria da Praça”. Ubicada en la Praça de São João
(Plaza de San Juan), esta cafetería cuenta con distintos postres provenientes
de otra panadería tradicional local, “O Forninho”, mesas en el interior y el
exterior, y es una excelente opción para quien esté de paso, o bien, para
dedicar una tarde a los amigos. El café en Portugal acostumbra ser una
maravilla, y el servido en “A Leitaria da Praça” no es la excepción. En aquella
ocasión pedí mi “bebida base”, una “meia-de-leite”
y siete macarons para acompañar: tres
de naranja, tres de capuccino y uno
de limón. Evidentemente no los comí todos de momento, pero de la selección, el
cafecito ganó la contienda.
Pero ¿qué es el macaron?
¿Un guiñito del cielo o una tentación? Se trata de un pastelito de origen
medieval… sí, gente, medieval, francés, con variante suiza, elaborado a base de
almendra, azúcar glass y normal, clara de huevo, y el sabor a elegir. Antes de
la ocasión descrita, ya había probado macarons en una visita previa al Costa Café de Porto, y luego, recién llegados de una confitería artesanal francesa, regalo de una amiga; sin
embargo, es altamente recomendable comerlos frescos pues, al pasar el tiempo,
las “galletas” se van endureciendo. Técnicamente, deben estar suaves cuando los
pruebes; si no, ya tienen días.
Aunque los macarons no
sean típicos de Portugal ni por error, da gusto tener la posibilidad de
probarlos con un café bien hecho, bien servido y ¡bien caliente! En general, no
me gustan los cafés hirviendo pero éste era una delicia; basta decir que no
sabía a quemado ni a ceniza, lo cual ya es para agradecer… Si tuvieras la
oportunidad de visitar este rinconcito de la tierra lusitana, visita “A
Leitaria da Praça”. Merece la alegría.
Si no has probado los macarons,
pruébalos. Si los has probado, cuéntame tu experiencia, con qué los acompañas,
o sugiéreme un nuevo sabor.
¡Que aproveche!
Contactos:
"A Leitaria da Praça"
Praça de São João
Vila do Conde, Portugal
"O Forninho"
Rua Dr. Artur Cunha Araújo No. 123
Vila do Conde, Portugal
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